martes, 3 de noviembre de 2020

Continente de América



AMERICA 

Cuenta con más de 1200 millones de habitantes. Se encuentra dividida en tres subcontinentes, siendo el segundo más grande del mundo. Sus divisiones son: 

Norteamérica, compuesta por Canadá, Estados Unidos y México, junto con las dependencias de Bermudas, Clipperton, Groenlandia y San Pedro y Miquelón 

· Centroamérica, integrada por los países de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Cuba, Dominica, Granada, Haití, Jamaica, Puerto Rico, República Dominicana, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tobago. 

 Sudamérica, formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. 


Área: 42,549,000 kilómetros cuadrados. Población: 1,101,000,000. 

El origen del nombre de este continente es algo más sencillo. Sin duda, está en el explorador florentino Amerigo Vespucci. Como bien sabemos, Vespucci no descubrió América; tampoco AméricaColón. 

Sin embargo, Vespucci sí parece haber sido el primero en darse cuenta de que las nuevas tierras descubiertas no eran parte de Asia. De hecho, demostró que Brasil y las Indias Occidentales eran parte de otro continente. 
Que se haya elegido el nombre de Amerigo y no el de Colón, se debe precisamente a un mapa. En 1507, Martin Waldseemüller y Matthias Ringmann, dos cartógrafos alemanes, publicaron Universalis Cosmographia, un mapamundi que por primera vez utilizaba el nombre de América para referirse al Nuevo Continente.






miércoles, 21 de octubre de 2020

Mecanismos de participación ciudadana


Mecanismos De Participación Ciudadana Y Control Social Valle Del Cauca

Los mecanismos de participación ciudadana son las herramientas que permiten e incentivan la participación de los colombianos en las decisiones colectivas de la nación, así no sean parte de la administración pública o de un partido político. Estos mecanismos fueron establecido en la Constitución de 1991 para asegurar e incentivar la movilización de la población colombiana.


Definición

Los mecanismos de participación ciudadana son una serie de herramientas establecidas en la Constitución de 1991 para asegurar e incentivar la movilización de la población colombiana. La preocupación central de una democracia auténtica consiste en garantizar que todos los miembros de la sociedad tengan una posibilidad real e igual de participar en las decisiones colectivas. Así, cuando nuestra Constitución establece desde su primer artículo que Colombia es una república democrática y participativa, está asumido el reto y el compromiso de promover la participación ciudadana en todos los espacios de la vida social.

Todos los individuos de nuestra sociedad con capacidad de voto tienen el derecho de poner en práctica el uso de los mecanismos de participación, para asegurar su participación en la toma de decisiones y la resolución de los problemas que afectan el bien común. El objetivo de los mecanismos de participación ciudadana es brindar garantías y beneficios para que el pueblo colombiano pueda incidir en cambios dentro de los sistemas judicial, ejecutivo y legislativo.

A través de todas estas herramientas, consagradas en la Constitución y reguladas en las leyes nacionales, los colombianos pueden entablar una relación directa con las autoridades públicas, dar a conocer sus propuestas, presionar para que sean adoptadas, opinar sobre asuntos públicos, exigir el cumplimiento de las normas, vigilar la conducta de los dirigentes, tomar decisiones que nos afectan a todos o sancionar a los gobernantes que actúan de forma equivocada, entre otras formas de participación.

Garantías

Los mecanismos brindan las siguientes garantías:
Votar de manera privada.
Militarizar zonas para brindar seguridad a los participantes de votaciones, huelgas, paros, manifestaciones etc.
Que la ciudadanía pueda mostrar su inconformidad o apatía frente a un partido político o a un dirigente.
Garantizar que las leyes se cumplan por parte del Gobierno.

Beneficios

Los beneficios y garantías se brindan para que la gente no se ausente del mundo político del país; es decir, para que, por medio de su participación a través de estos mecanismos, esté al tanto de las decisiones estatales que afectan sus vidas de forma positiva o negativa. Teóricamente, los beneficios que adquiere el pueblo por hacer uso de los mecanismos de participación son los siguientes:

La respuesta efectiva y obligatoria por parte de los entes del Gobierno.
El establecimiento de una relación más directa entre el Gobierno y el pueblo. Por ejemplo, los mecanismos de participación les dan la posibilidad a los votantes de fiscalizar si el Gobierno está cumpliendo el programa que presentó durante la campaña y por el cual fue elegido por la mayoría.
Beneficios menores, como aquellos que se les ofrece a los votantes por su sufragio, reflejados en rebajas del precio en las pensiones, rebajas de tiempo en el servicio
militar obligatorio, días libres de trabajo, etc.

Mecanismos de participación política

Para ello, se han establecido una serie de mecanismos de participación que tienen la naturaleza de un derecho político fundamental, atribuido a todo ciudadano, con el objetivo de que cada uno pueda participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. La Ley 134 de 1994, que reglamenta todo lo relativo a mecanismos de participación ciudadana, regula detalladamente: la iniciativa popular legislativa y normativa, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, el plebiscito y el Cabildo Abierto.
El voto: herramienta mediante la cual el ciudadano colombiano elige de manera activa a las personas que considera idóneas para su representación en las instituciones del Gobierno (Presidencia, Vicepresidencia, Cámara de Representantes, Senado, alcaldías, gobernaciones, concejos distritales y municipales, alcaldías locales).

El plebiscito: herramienta utilizada por el presidente de la República para refrendar una decisión con la opinión del pueblo. El presidente anuncia el uso del plebiscito y los ciudadanos votan para apoyar o rechazar la decisión puesta en cuestión.

El referendo: herramienta utilizada para convocar a los ciudadanos a la aprobación o al rechazo de un proyecto de ley o una norma jurídica vigente. El referendo puede ser nacional, regional, departamental, distrital, municipal o local.

El referendo derogatorio y aprobatorio: herramienta mediante la cual se pone a consideración de la ciudadanía la derogación o aprobación de una ley, una ordenanza, un acuerdo o una resolución local.

La consulta popular: herramienta mediante la cual se plantea una pregunta de carácter general sobre un asunto de trascendencia nacional, departamental, municipal, distrital o local, por parte del presidente de la República, el gobernador o el alcalde, para que los ciudadanos se pronuncien al respecto. Este mecanismo puede ser utilizado para convocar una Asamblea Constituyente, con el fin de someter a consideración popular las decisiones allí establecidas.

El cabildo Abierto: es la reunión pública de los concejos distritales, municipales y de las juntas administradoras locales, con el objetivo de que los habitantes puedan participar directamente en la discusión de asuntos de interés para comunidades.

La iniciativa popular: es el derecho político de un grupo de ciudadanos de presentar proyectos de ley y de acto legislativo (que pretende reformar la constitución) ante el Congreso de la República, de ordenanza ante las Asambleas Departamentales, de acuerdo ante los Concejos Municipales o Distritales y de resolución ante las Juntas Administradores Locales (JAL), y demás resoluciones de las corporaciones de las entidades territoriales, de acuerdo con las leyes que las reglamentan, según el caso, para que sean debatidos y posteriormente aprobados, modificados o negados por la corporación pública correspondiente.

La revocatoria del mandato: es un derecho político por medio del cual los ciudadanos dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.

La tutela: es el mecanismo creado en el artículo 86 de la Constitución de 1991, mediante el cual toda persona puede reclamar ante los jueces la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando estos resultan vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o de los particulares en los casos.




martes, 20 de octubre de 2020

La independencia de Colombia


20 de julio de 1810, día de la independencia de Colombia


¿Qué pasó en 1810 en Colombia? Aquí te contamos un resumen de los hechos más importantes de lo que pasó hace más de 200 años en lo que hoy conoces como una de las esquinas de la Plaza de Bolívar.
El 20 de julio de 1810 fue un viernes, uno de los días donde la gente acudía más a la plaza para hacer mercado.
Comúnmente, se asocia el 20 de julio al incidente con el florero de Llorente, el cual era el segundo apellido de este comerciante español llamado José. Su primer apellido era González.

En 1810, se acostumbraba a llamar a la gente por el apellido materno. Por eso este comerciante español es recordado como Llorente. Los hechos del 20 de julio no fueron fortuitos. El episodio del florero de Llorente fue una excusa ideada por criollos intelectuales de la época como Camilo Torres y Jorge Tadeo Lozano para dar el grito de Independencia.

El primer municipio que proclamó su completa independencia fue Santa Cruz de Mompox el 6 de agosto de 1810. A diferencia de Cartagena y otras ciudades esta no reconoció el reinado de Fernando VII, rompiendo los vínculos con la corona española.

20 de julio de 1810, día de la independencia de Colombia

Luego del 20 de julio de 1810 ocurrieron seis batallas que comprendieron la guerra de la Independencia. La más recordada es la Batalla de Boyacá librada el 7 de agosto de 1819.
Cuando sucedió la revuelta del 20 de julio, Francisco de Paula Santander era estudiante de derecho del colegio San Bartolomé.

En el Acta de la Independencia que se firmó en 1810 no aparecen nombres como Antonio Nariño, Francisco de Paula Santander o Simón Bolívar.
¿Desde cuándo el 20 de julio es día festivo en Colombia? La ley 60 del 8 mayo de 1873 decretó la fecha de la declaración de la Independencia como día feriado.
El Acta original se quemó en el incendio de las galerías Arrubla en el año 1900, consideradas como el primer centro comercial de Colombia. En 1952 el Banco de la República reprodujo una copia.









lunes, 19 de octubre de 2020

Diversidad cultural en Colombia

 https://www.absolutviajes.com/colombia/diversidad-cultural-en-colombia/







Relaciones exteriores de Colombia


Las relaciones exteriores de Colombia


El ambiente para las relaciones exteriores de Colombia ha cambiado dramáticamente. Desde que se implantó el Plan Colombia, la política exterior colombiana se ha enfocado mucho más hacia Estados Unidos, apoyándose en una ‘relación especial’, y se han creado nuevas tensiones en la región

El Gobierno de Uribe ha cooperado más estrechamente con los E.U., es un aliado estratégico de ese país en el continente y en el mundo y escogió la vía del TLC en preferencia a la alternativa que le brindaba el Cono Sur de integrarse primero con otros países de América Latina. Hubo razones económicas poderosas para haber tomado esta determinación, pues para Colombia era y es más beneficioso el TLC que la integración con América Latina en un mercado dominado por Brasil. También intervinieron seguramente consideraciones geopolíticas en esa decisión, entre ellas la conciencia de que Brasil también es un país con ambiciones hegemónicas en el continente, y que por estar en un nivel de menor desarrollo económico, social y político que los E.U., ofrecía menos ventajas como aliado dominante y entrañaba posiblemente mayores riesgos como ‘hegemón’ emergente. Por otra parte, y esto es quizás lo más importante, las relaciones con nuestros principales vecinos, Venezuela y Ecuador, se llevan a cabo con reglas muy distintas a las tradicionales. Colombia ya no cuenta con la irrestricta y leal amistad de Ecuador. Y las relaciones con Venezuela son otras, auque nunca fueron cordiales, en sentido estricto. Se desarrollaban como ‘conversaciones entre caballeros’, entre miembros de dos oligarquías políticas, y se regían por normas de derecho internacional, por lo menos en apariencia, y en el marco del Acuerdo de Cartagena, que en ambos lados de la frontera se percibía como el recuadro multilateral ideal para que se desarrollaran las relaciones bilaterales. Todo esto ha cambiado. La CAN está en crisis. En Venezuela ya no mandan los líderes de los partidos clientelistas tradicionales sino un populista autocrático con ambiciones extraterritoriales y plata para perseguir sus sueños y los de su grupo de colaboradores, que ven al establecimiento colombiano como un espejo del viejo establecimiento venezolano y, por lo tanto, como su adversario. En Ecuador ya no se da por hecho que los dos países son naturalmente amigos y que persiguen un objetivo común. Tampoco ha subsistido el aprecio por Colombia que existía. Las relaciones comerciales y el bloqueo a la exportación de algunos productos ecuatorianos claves han creado animadversión en sectores de la clase empresarial, la emigración ilegal de colombianos hacia Ecuador ha causado malestar entre la población y la conducción de la guerra interna en la frontera ha despertado un sentimiento nacionalista adverso a Colombia, y la sensación de que Colombia le impone cargas a las fuerzas armadas ecuatorianas que no tiene razón de ser (el concepto de que Ecuador le hace de ‘yunque’ a los ‘martillazos’ de Colombia contra la guerrilla). Lo anterior, sumado a que hay que buscar nuevos amigos y socios comerciales, hace necesario que se dé un viraje de fondo en la formulación de la política exterior colombiana y en su ejecución. La situación no resiste que en las principales capitales de la región se nombren amateurs en el servicio exterior, por razones de politiquería interna. Tampoco se puede dejar que el arroz y el azúcar dicten la política externa, como está sucediendo en el caso de Centro América, ni que esté exclusivamente en manos de diplomáticos y técnicos de comercio. Hace falta un establecimiento mixto de relaciones internacionales renovado, una institucionalidad analítica complementaria y mucha imaginación y buen criterio. Ex ministro de Hacienda "Hace falta un establecimiento mixto de relaciones internacionales renovado”.



Las primeras ciudades en Colombia





miércoles, 14 de octubre de 2020

La economía en la colonia


La Economía Colonial
24 de julio de 2007 Publicado por Hilda


En sus inicios no fue particularmente fácil la vida económica en las colonias, donde no existía la moneda como medio de pago, entre aborígenes y conquistadores., usándose prioritariamente el sistema de trueque. Luego se usaron ciertos productos como monedas. La vara de lienzo, por ejemplo, en Santa Fe, equivalía a dos reales. Los precios no eran iguales en un lugar que en otro.


La economía colonial fue, lógicamente, complementaria de la española, tendiente a satisfacer de aquellos productos que España no tenía, pero que a la vez pudieran soportar el largo viaje desde América.

La economía se basaba en casi todo el territorio en el trabajo indígena estructurado en el sistema de encomiendas, y la mita, que originaron abusos. Esto no sucedió en Paraguay, donde los indios se sometieron en forma voluntaria y gratuita. Por lo tanto no fue necesario el sistema de encomiendas.

La principal fuente de riqueza era la tierra y sobre ella, los conquistadores establecieron un sistema feudal. Primero, la propiedad de la tierra se obtuvo por donación de la Corona, y luego por compra., pero sólo podían convertirse en propietarios los conquistadores, los pobladores, los beneméritos de las Indias y sus descendientes.

En Buenos Aires y en el litoral, se estableció una zona para el pastoreo de ganado fuera del radio urbano. En salta surgieron “marquesados” como el de Yavi, cuyas riquezas provenían de la “invernada de mulas”. Para ello se repartieron indios y tierras. La excepción fue Cuyo, donde no existió el latifundio, ni el pastoreo de ganado, repartiéndose, más indios que tierras.

No cabe duda, que el producto más rentable eran los metales preciosos. Al principio, los conquistadores se apoderaron de ellos por trueque o saqueo. Luego los recolectaron naturalmente, donde lo encontraban, sobre todo en el cauce de los ríos, utilizando a los aborígenes para la tarea. A partir de 1560, nuevas técnicas permitieron organizar y mejorar la explotación minera de yacimientos, contando también para ello con la mano de obra de los pobladores originarios, mediante el sistema de la mita, copiado del sistema incaico, pero mucho más abusivo. Se les exigía que extrajeran entre 20 y 25 kg. De plata diarios, en jornadas agobiantes.

Las minas de Potosí (Perú) se hallaban a más de 4000 metros de altura, por lo que resultaba de muy difícil acceso para la recepción de productos de intercambio. Se tardaba aproximadamente un año en llegar allí para entregar alimentos, productos manufacturados o bestias de carga, a cambio de plata.

En América, los europeos hallaron especies novedosas para ellos: maíz, tabaco, cacao y papa, además de otros cultivos, como por ejemplo, tomate, maní, mandioca, pimiento y yerba mate. En cambio, el aporte indígena a la ganadería fue muy escaso. Los primeros equinos del Río de la Plata, fueron traídos por Pedro de Mendoza. El ganado ovino y vacuno provino del Alto Perú.

En el Río de la Plata y en Paraguay se organizaron en el siglo XVII, las vaquerías, ante la abundancia de ganado. Se hacían rodeos de hacienda cimarrona, para obtener cueros, astas y grasas, descartándose la carne, que era aprovechada por los pumas y caranchos.

Durante los siglos XVI y XVII se creó el sistema de flotas y galeones para custodiar el transporte de oro y plata que realizaban las embarcaciones españolas de los ataques de corsarios y bucaneros.

Las teorías mercantilistas, vigentes en Europa, sobre todo, a partir del siglo XVII, sostenían que la riqueza de un país se basaba en la cantidad de oro que acumulara, para lo cual el estado debía regular directamente la economía. Por ese motivo, España, trató de que el oro americano abultara sus arcas. En este siglo comienzan a desaparecer los sistemas de encomiendas, robusteciéndose la actividad comercial. Los indios se asientan en las reducciones y comienzan a dedicarse a tareas menores. Mientras tanto, los conquistadores amplían sus riquezas, sobre todo en ganado, en las pampas.

En Potosí decreció la actividad minera, y empezó a destacarse Oruro.

Desde el puerto de Sevilla, dos veces al año, partían dos flotas, controladas por la Casa de Contratación: una a Veracruz y otra a Portobelo. Allí se desembarcaban las mercaderías, que eran conducidas por vía terrestre hacia las costas del Pacífico (por el istmo de Panamá). Desde allí se embarcaban hacia Perú..Los comerciantes intermediarios que llevarían los productos a Cuyo, Salta, el Alto Perú, Córdoba del Tucumán, e incluso al Río de la Plata, acudían al Perú para obtenerlos.

Este era el comercio legal, monopolista, que había establecido España para sus dominios coloniales, donde sólo estaba permitido el comercio entre América y España. El sistema no fue aplicado en forma rígida, ya que al margen de dicho sistema de concedieron permisos comerciales, sobre todo al Río de la Plata Pero, junto a él, surgió otro intercambio, ilegal, con otros países europeos. Desde Guinea, llegaban esclavos al puerto porteño, además de géneros y ginebras holandesas que se dirigían a Potosí, desde donde, a su vez llegaban a Buenos Aires, los cargamentos de plata con destino a Europa.

Para impedir el contrabando se creó una “Aduana Seca” en Córdoba, en 1622, que tenía como objetivo impedir la comunicación entre el Puerto de Buenos Aires y el norte colonial, que producía la entrada y salida de productos ilegales. Esa circunstancia hizo nacer una diferenciación. Entre Córdoba y Buenos Aires era fácil contrabandear, pero no en el norte, por lo cual esa zona comenzó a desarrollar su producción industrial.

El territorio americano del norte, entonces, se autoabastecía. Los alimentos, ropas, movilidad y hasta artículos suntuarios, eran de propia fabricación. De España se importaba muy poco, ya que sus productos eran muy caros, aunque se llevaban demasiado, sobre todo, oro y plata. Esas industrias locales se desarrollaron por necesidad de satisfacer los requerimientos de la población, impedida de realizar contrabando. Tucumán poseía cereales, ganados y producción de mulas. Sus telares fabricaban tejidos de lana y algodón. En La Rioja se producía vino, en Córdoba harina, en Santiago, jabón. En esta dos últimas regiones también se fabricaban prendas de vestir y sombreros.

En el siglo XVIII, la base de la economía colonial lo constituyó la ganadería, con la venta de cuero, cebo y grasa, dando nacimiento al grupo económicamente poderoso de los estancieros, por lo general funcionarios o militares. Las mayores haciendas se concentraron en México y en el área andina. En agricultura, se exportaba trigo, lino y cáñamo.

Es en este siglo cuando nacieron nuevas teorías económicas, en reemplazo del mercantilismo: la fisiocracia, donde nuevamente la agricultura cobró importancia en el ámbito económico. Para estas ideas la riqueza de los estados se basaba en la tierra, y su explotación racional, con poca intervención del estado en el plano económico.

Desde España, y para estar de acuerdo con las nuevas ideas, más liberales, el rey Carlos III, en 1765 autorizó a otros puertos españoles para comerciar con América (Barcelona, Alicante, Cartagena, Cádiz, La Coruña, Gijón, Santander y Málaga). Promulgó en 1778, el Reglamento para el comercio libre de España e Indias, donde se habilitó a trece puertos españoles y a veinticuatro americanos, entre ellos Buenos Aires, para comerciar con España. Algunos tejidos españoles fueron eximidos del pago de impuestos, mientras que otros productos abonaban el 3 %, contra un 7 % que debían pagar los productos extranjeros. Este Reglamento no eliminó el sistema de monopolio sino que habilitó más puertos para el intercambio comercial.

Para recaudar los impuestos provenientes del nuevo puerto porteño se creó la Aduana de Buenos Aires. Para entender en los conflictos comerciales se fundó, en 1794, el Consulado. Tenía además funciones de fomento a la agricultura y la ganadería. Buenos Aires pronto se enriqueció, gracias a las ganancias aduaneras, y los pueblos del interior comenzaron un creciente período de retroceso económico.

El estricto sistema comercial impuesto por España, originó una de las principales reacciones contra el dominio español, constituyéndose en la causa más elocuente de las revoluciones por la emancipación.



Continente de América

AMERICA  Cuenta con más de 1200 millones de habitantes. Se encuentra dividida en tres subcontinentes, siendo el segundo más grande del mundo...