lunes, 27 de julio de 2020

Participación y democracia



La participación ciudadana se ha instalado transversalmente en el discurso de los actores políticos, fundamentalmente por la crisis de legitimidad que afecta a las instituciones de la democracia representativa. Por tal razón, las propuestas de profundización de la democracia y apertura de las instituciones del Estado a la ciudadanía, encuentran una valoración positiva tanto en la sociedad civil como en la élite política. No obstante, dicha transversalidad en los debates sobre democracia y participación ciudadana, en ocasiones se observa cierto grado de ambigüedad de lo que significa esta última, lo cual, muchas veces provoca una falta de referencias empíricas para la adecuada implementación de dichos mecanismos en la gestión pública.

La discusión sobre los tipos o modelos de democracia en ocasiones no logra traducirse en mecanismos de participación ciudadana que efectivamente puedan ser aplicables a la realidad donde se desenvuelven los regímenes democráticos. Más aún cuando se observa que producto de la globalización y creciente revitalización de la ciudadanía, en la práctica se ha provocado un distanciamiento de ésta, con la acción de gobierno y el sistema democrático en general, por la carencia o deficiencias sistémicas de mecanismos de participación que permitan canalizar los intereses y las demandas de la ciudadanía.

Dado este contexto, muchas veces se entiende que hablar de democracia y participación, solo se reduce a diseños institucionales restringidos a los elementos formales de la condición de ciudadanos, a quienes se garantiza elegir o ser elegido. Con ello, se pierde buena parte de la legitimidad de una democracia que sólo mantiene abiertas las puertas de los ritos formales e institucionales. Se consolida entonces, con deficiencias crecientes, el modelo de democracia por elecciones, donde el ciudadano, entre una elección y otra, queda al margen de las decisiones sobre política y asuntos públicos. El riesgo de esta práctica de la democracia es que tiende a agotarse cuando la participación y la democracia se limitan a las elecciones cada cierto periodo de años y la gran mayoría de la población queda excluida de la participación en las decisiones inherentes a sus intereses cotidianos.

Existe consenso en la literatura que aborda esta materia, que el complemento de la democracia representativa con la democracia participativa es el camino para profundizar la democracia. Basado en ello, el propósito de este artículo es sintetizar los roles que juega la participación ciudadana en los diferentes enfoques y modelos de democracias e identificar los mecanismos que permiten ponerla en práctica, con el objetivo de ofrecer un conjunto de herramientas conceptuales que puedan ser de utilidad en pos de profundizar la democracia y complementar las instituciones representativas con dispositivos de participación.

Para concretar dicho propósito, se realizó una revisión del estado del arte en materia de democracia y participación ciudadana; específicamente se identificaron los principales niveles y mecanismos que son frecuentemente citados en la literatura. Se sistematizó una tipología con el propósito que pueda facilitar la implementación de dichos mecanismos.

En este sentido, la metodología utilizada fue la revisión documental de artículos científicos publicados en bases de datos reconocidas académicamente, básicamente web of science, scopus, scielo y redalyc.

La investigación se organiza de la siguiente manera. En un primer apartado se analiza el debate de los tipos de democracia y el lugar que cada uno le asigna a la participación ciudadana; para ello, se revisan los enfoques de democracia normativa y descriptiva, junto con los modelos de democracia representativa, participativa, deliberativa y radical. Posteriormente, se presenta una descripción de los mecanismos de participación y su respectiva clasificación en niveles de influencia que se encontraron en la revisión de la literatura. Finalmente, se ofrecen algunas conclusiones.

1. Modelos de democracia y participación ciudadana

El origen de la participación ciudadana se circunscribe ineludiblemente a la democracia, que desde la antigua Grecia entiende al ciudadano como poseedor de virtudes cívicas puestas a disposición del bien común, donde su participación en los asuntos públicos, es una condición fundamental para que la ciudad sea democrática (Dahl, 1992).Sartori (1993) advierte que, a la hora de definir la democracia, el sólo uso literal de la palabra no ayuda a comprender la realidad, ni cómo se construyen y funcionan las democracias posibles. A este enfoque, más cercano a la filosofía política, se le ha denominado como prescriptivo, normativo o axiológico, caracterizado por describir una construcción ideal del autogobierno del pueblo (Bobbio, 1989).

Por otro lado, existe una definición descriptiva o sistemática de la democracia. Esta muestra la relación con las experiencias democráticas, es decir, una descripción de las características que han dado forma a las democracias, configurando una aproximación a lo que es realmente. Realidades democráticas como régimen político en el que los ciudadanos desempeñan un papel más o menos gravitante en la toma de decisiones que les afectan en menor o mayor medida (Bobbio, 1989; Sartori, 1993; Casas, 2009). A partir de esta diferenciación, no se busca establecer un juicio de valor sobre cuál es la mejor forma de concebir la democracia, sino más bien ayuda a comprender que existen dos lentes para analizarla.

De acuerdo con Espinoza (2009), esta primera diferenciación entre el enfoque prescriptivo y descriptivo también puede aplicarse al concepto de participación ciudadana. Por ejemplo, en el enfoque prescriptivo la participación ciudadana debiera cumplir un rol en la resolución y transformación de los conflictos políticos mediante la creación y apropiación de espacios de discusión que permitan el debate racional, la interacción comunicativa y la incidencia en la toma de decisiones, cuya acción fortalece las instituciones democráticas.

En tanto, que en el enfoque descriptivo se desestima su importancia en la consolidación de los regímenes democráticos, más bien, la participación se centra en los mecanismos existentes que permiten que la sociedad participe y Espinoza (2009) resalta que dichos mecanismos tienen un carácter instrumental para la autoridad, o simplemente queda restringido a los procesos de elección delimitada por las propias instituciones políticas, fundada en lo medular de la democracia representativa, donde el demos no se autogobierna sino que elige representantes para que lo haga. La distinción entre una democracia ideal y una democracia real permite entender que la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos está presente en ambos, pero cumpliendo fines diferentes.

Analizar la participación de los ciudadanos desde una línea de tiempo como una mera comparación entre tiempos modernos y antiguos, resulta infructuosa tanto por el tamaño de las democracias como por la caracterización del ciudadano. En otras palabras, entender –y aspirar a- una participación ciudadana similar a la democracia ateniense, sin desmerecer su aporte normativo, sería un velo oscuro que no permitiría conectarse con una realidad inalterable. Por ello, resulta mucho más pertinente analizar las formas y mecanismos de participación de los ciudadanos en el marco de las democracias modernas, específicamente, desde los diversos enfoques en la teoría de la democracia que postulan distintos modelos de la misma.

La literatura reconoce que la expresión de los diferentes modelos de democracia no es excluyente, más bien representan un complemento. Pensar que la democracia representativa y la democracia participativa, son autosuficientes por sí mismas, carece de viabilidad en la práctica, incluso si se trata de un análisis teórico. Es necesario precisar, que el complemento proviene de la democracia participativa, deliberativa y radical, es decir, “no son autosuficientes ni excluyentes a la democracia liberal” (Baños, 2006:36).

Cada uno de estos modelos de democracia plantea sus diversas alternativas a raíz de la crítica al sistema de representación democrático. Más allá de la caracterización de cada uno de estos modelos, que, por cierto, su diferenciación puede tomar otras clasificaciones, nomenclaturas o variedades según el autor, interesa observar el rol que desempeña, los márgenes de acción, o bien, los derechos que poseen los ciudadanos para desenvolverse en los asuntos públicos, es decir, las formas de participación que encuentra en cada uno de estos enfoques.

Por ejemplo, para Cebrián (2013) hablar de representación y participación en tiempos modernos, es hablar de democracia -y viceversa-. Este modelo –democracia liberal- se caracteriza por articular la voluntad popular mediante las instituciones políticas, principalmente la representación política, mecanismos y límites (división de poderes del Estado), Estado de derecho, libertades individuales y asociacionismo pluralista (Baños, 2006).

Los orígenes de la democracia representativa liberal, se remontan al siglo XVIII, donde Madison y los federalistas lo concebían como el mejor sistema para evitar la tiranía de la mayoría, separando a los ciudadanos de las decisiones públicas y evitando que influyeran las facciones con motivaciones pasionales. Sin duda, existía un rechazo hacia la democracia directa (antigua) y la solución era separar a los representantes de los representados, ya que estos últimos –en una sociedad comerciante- no tienen tiempo para ocuparse de los asuntos públicos.

En este esquema, la visión elitista señala que la representación estaba reservada para “quienes poseen mayor sabiduría y mayor virtud, a personas superiores y diferentes a conciudadanos” (Hernández, 2006:46). En la democracia representativa la participación de los ciudadanos se restringe a las elecciones periódicas de los representantes políticos que ofrecen diversos programas (Mill, 1985; Baños, 2006; Hernández 2006;Abellán, 2013; Casas, 2009).

Las principales críticas que se le hace a este modelo son en relación con la falta de efectividad de la representación política sobre las preferencias de los ciudadanos. En este sentido, se pueden evidenciar problemáticas como políticas públicas que no responden a la realidad social de una comunidad, o que los representantes se abocan a cumplir sus objetivos individuales, o actúan en función de intereses económicos de corporaciones y/o de los partidos políticos que cargan con una evidente apatía y desafección por parte de la ciudadanía (Baños, 2006; Hernández, 2006). En este contexto, además de los movimientos sociales que demandaban la apertura de la democracia en los años sesenta del siglo XX, surge la búsqueda por mejorar y perfeccionar la democracia, mediante la ampliación de la participación de los ciudadanos en las decisiones de gobierno, lo que se traduciría en mayores márgenes de gobernabilidad (Casas, 2009).

A este impulso democratizador se le conoce como “democracia participativa” que recoge fundamentos de la democracia antigua pero que su principal motivación, a pesar de criticarla, es complementar la democracia representativa. En este sentido, Macpherson (1977) sostiene que la libertad y el desarrollo individual sólo pueden alcanzarse plenamente con la participación directa y continua de los ciudadanos, en la regulación de la sociedad y Estado. Pateman (1970), agrega que la democracia participativa fomenta el desarrollo humano, intensifica un sentido de eficacia política. Así mismo, reduce el sentido de enajenación respecto a los problemas centrales, nutre una preocupación por los problemas colectivos y contribuye a la formación de una ciudadanía activa y sabia, capaz de tomar un interés más perspicaz por las cuestiones de gobierno y de esta forma contrarrestar el poder de los gobernantes (Baños, 2006).

Es en este modelo donde la participación de los ciudadanos cobra una real preponderancia, pero se enfrenta a diversos problemas como la ambigüedad de su concreción, a la creciente presencia de desigualdades económicas y sociales, a la resistencia de los grupos de poder y su limitación práctica al nivel local. Los mismos autores que describen las virtudes de la democracia participativa reconocen que su implementación presenta algunos obstáculos importantes, como las desigualdades de clase, sexo y raza que influyen negativamente cuando se quiere afirmar que los individuos son libres e iguales, y justamente en la carencia de recursos y oportunidades la participación activa en la vida política y social se vuelve sistemáticamente limitada.

Otro obstáculo tiene relación con la interferencia que podría ocasionar la participación de los ciudadanos en el proceso de acumulación de poder de una economía corporativa (Muñoz, 2004). Finalmente, un último problema tiene que ver con la limitación de la participación de los ciudadanos al ámbito local, o en el ámbito de trabajo, siendo este modelo insuficiente en la política nacional, viéndose restringido a la elección de representantes (Pateman, 1970; Baños 2006).

Ante las críticas a la democracia participativa sobre su escasa posibilidad de materialización en el ámbito nacional, aparece en los años noventa la “democracia deliberativa”, idea que recoge las aspiraciones de la democracia participativa y la articula con el esquema institucional de la democracia liberal (Baños, 2006). Si la participación ciudadana imprimía legitimidad a las decisiones políticas –desde el enfoque participativo- en el espacio local, aparecía la interrogante sobre la fuente de legitimidad para las leyes y las decisiones políticas del Estado.

En este debate, destacan los planteamientos de Habermas que, desde la teoría de discurso, explica que la fuente de legitimidad está en el proceso comunicativo donde prime la racionalidad, equidad y honestidad en las negociaciones (Habermas, 1998).



“Aquí confluye la pluralidad política, el respeto al derecho y el reconocimiento a los procedimientos institucionalizados de comunicación entre los ciudadanos y el Estado, por lo tanto, la participación de los ciudadanos traducida en el actuar comunicativo, debe ser ilimitado para lograr influir en la deliberación política” (Cuchumbé, 2010:89).



En este enfoque, el proceso de participación y deliberación excede los límites normativos y de la estructura institucional heredada de la tradición liberal, más bien se abre al espacio público que no se grafica en una asamblea popular o una cámara de representantes políticos, sino que es un espacio abstracto donde confluyen actores mediante discursos. En este espacio, la opinión pública ocupa un rol fundamental dado que una democracia deliberativa requiere de una ciudadanía activa y crítica, pero que excluye la violencia como método de acción política, las negociaciones falsas y la primacía de los poderes sociales o fácticos que en función de sus intereses obstaculizan una comunicación verdadera (Habermas, 1998;Pineda, 2002).

En una democracia deliberativa, lo que dialoga finalmente es el espacio público y las instituciones representativas. En la medida que las instituciones escuchen al espacio público y logren codificar sus mensajes, podría imprimir legitimidad a las decisiones políticas que por legalidad les pertenecen. Este modelo encuentra críticas producto de la exclusión de colectivos ciudadanos vulnerables y su lógica consensual evade el natural conflicto en la sociedad (Máiz, 2005; Baños 2006).

De esta última crítica se desprende el último modelo a analizar, conocido como “democracia radical”. Proveniente de la teoría crítica, profundiza los planteamientos de Habermas desde el pensamiento marxista, tomando distancia de la tradición liberal (Mejía y Jiménez, 2005). El camino para una consolidación real de la democracia es mediante el desacato civil, donde “el ciudadano es el responsable político de conducir dicho proceso en el que formule sus demandas democráticas y cree un espacio público de cara a la auto legislación democrática” (Mejía y Jiménez, 2005:17).

No obstante, desde la democracia radical existe otra visión que se aproxima de forma más moderada a la democracia representativa, ya que su motivación pasa por la inclusión de grupos minoritarios en los espacios de representación, mediante discriminación positiva. Entre estos grupos –críticos a la democracia liberal- se encuentra a los movimientos que reivindican la política de género y la multiculturalidad (Baños, 2006).

En síntesis, la democracia está íntimamente ligada a la participación ciudadana, por ser esta forma de gobierno la que reconoce una relación de derechos basada en la libertad e igualdad que se traduce al involucramiento de los ciudadanos en los asuntos del Estado. Dado el carácter polisémico de la democracia, es necesario comprender que tomar partido por una visión sea esta descriptiva, prescriptiva, representativa, participativa, deliberativa o radical, llevará a una comprensión parcial o incompleta.

Del mismo modo, una comparación entre la democracia antigua y moderna no debe terminar en un juicio de valor, cuando se sabe que los contextos son completamente diferentes. La discusión sobre modelos de democracia, en el fondo es una discusión sobre el rol que desempeñan los ciudadanos en la Polis, todas con características distintas, pero no excluyentes.

No obstante, los enfoques y énfasis de los modelos de democracia revisados, todos contienen y le asignan un rol al ciudadano en los asuntos públicos, el cual se materializa a través de mecanismos de participación ciudadana, los cuales se revisan en el siguiente apartado.


25 comentarios:

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  2. bueno teacher mi opinión sobre la participación democrática en Latinoamérica enfocándome en Colombia es bastante pobre y mala ya que hay demasiada corrupción en el país y en Latinoamérica por ejemplo hay demasiada gente en Colombia que regala su voto porque les dieron 50.000 pesos o porque les dieron un tamal o un mercado y así la gente regala su voto que porque estos candidatos los ayudaron pero a la hora de la verdad la mayoría de los candidatos que hacen eso suelen ser los peores y los más corruptos ya que vienen técnicamente comprando votos aparte de esto hay demasiada gente que donde votara podría hacer un cambio pero el problema es que esta gente no vota ya que hay tanta corrupción que estos dicen no yo para que voto si ese voto me lo van a robar o se va a perder entonces para mi esos son los 2 grandes problemas en cuanto a la democracias latinoamericana enfocándome en Colombia

    Luis galvis grado 9

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  3. Pienso que deberíamos participar más al ejercer el voto popular informarnos participar buscar conocer y investigar para tener una democracia sana. Pienso que debemos ser todos los que hagamos está causa. Por culpa de la desinformación han habido muchos presidentes gobernadores y alcaldes corruptos Colombia no sabe elegir. Por eso hay que participar en la democracia para tener una Colombia mejor. La desinformación es nuestro mayor enemigo. La participación democrática es muy importante ya que nos permite elegir a la persona que pensemos que hará de Colombia un lugar mejor que ayudará y todos ganarán. Hay que poner nuestro granito de arena

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  5. soy darwin lievano
    yo opino que la democracia en colombia se ve un poco perjudicada por nuestros lideres politicos, porque buscan su propio beneficio por eso es que existe la corrupcion, y nos hacen creer que nos escuchan a todos , pero solo escogen las ideas que los benefician a ellos y no al pueblo, y algunas veces buscan comprar votos para ser elegidos prometiendole a los ciudadanos cosas que no cumpliran.

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    1. tambien tenemos que participar en nuestro derecho al voto porque hay una parte de la poblacion que no lo hace y debemos ir asi sea para votar en blanco para hacer valer nuestro derecho al voto

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  6. JUAN CAMPOS

    Los ciudadanos de Colombia y en otros países estamos en la obligación de ejercer el voto ya que el país depende de quienes lo gobiernan , y nosotros como ciudadanos con ese derecho tenemos la posibilidad de escoger cual sera el futuro de nuestro país

    La democracia no esta solamente en votar también se ve reflejado en la desigualdad social que hay en la actualidad en nuestro país

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  7. La participación y la democracia es muy importante para la ciudania,ya que es la voz y el voto de la ciudania.

    la cuál deberíamos informarnos mejor y que los que pueden votar deberían votar para mejorar la política.ya que la participación y democracia es la que tiene mayor participacion en la toma de decisiones
    Ingrid Johana López Valencia 9

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    2. el tema de la participacion y democracia es muy importante en el mundo pero en algunos paises la democracia no la toman enserio pero eso no debe ser asi ya que la democracia mas que sea un derecho debe ser un deber ya que al votar ademas que vamos a escoger a un representante nacional o internacional estamos escogiendo a alguien que va mejorar el pais o ciudad y nos va ayudar a mejorar como persona pero no,algunas personas no ayudan a votar ya que algunas personas les da pereza ir y ademas la democracia no es solo votar tambien es ser solidario,ayudarse a ser mejor persona y ayudar a las demas personas.tambien algunas personas se dejan comprar su voto por cualquier cosa pero eso no debe ser asi ya que el voto de cada persona no tiene precio y ademas al votar significa darle la confianza a una persona para mejorar el pais o ciudad.

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  9. Yo pienso que la participación democrática de los ciudadanos en Colombia es muy debatible, ya que la mayoría de los ciudadanos ejercen su derecho al voto en el momento de las elecciones de funcionarios públicos, pero aún así, hay personas que prefieren no votar, ni siquiera en blanco, ya que dicen que no les gusta ningún candidato y si votan en blanco, su voto será pasado a alguno de los candidatos. Desde mi punto de vista, es mejor votar de cualquier manera para poder reclamar resultados al candidato elegido. Otro problema es la desinformación y la ignorancia sobre los candidatos, sus ideales, sus propuestas, su reputación y su pasado, ya que sabiendo este tipo de cosas, podemos hacernos una mejor idea de quienes son los candidatos y lo que podrían hacer. Otra cosa para añadir, YO no estoy de acuerdo con que los ex-guerrilleros tengan poder político, muchas personas creen que no serían corruptos porque eso es contra lo que estaban luchando en un principio, pero si fueron capaces de extorsionar, secuestrar, llevar niños a la fuerza a su movimiento, violar, asesinar, meterse en el narcotráfico y participar o estar de acuerdo con la toma del palacio de justicia, creo que serían muy capaces de ser corruptos.
    ATT: Juliana Monsalve Zuluaga

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  10. La democracia incentiva la participación ciudadana, para acceder a votar, aunque no todas las personas lo hacen, por pereza o porque piensan que todos son corruptos, es importante participar en estas cosas políticas, pero sobre todo es importante informarnos, sobre quienes podrían llegar al poder, para despues no arrepentirnos de mal gobiernos.
    En realidad desde que somos pequeños participamos así sea en cosas mínimas, somos parte de una democracia desde que votamos en nuestros colegios para escoger nuestros representante.
    Es importantes que todos como ciudadanos creemos una participación ciudadana y nos informemos sobre esto.

    Sharick González

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  11. La democracia participativa es aquella en donde se tienen en cuenta la voz y el voto del pueblo para poder tener en cuenta las necesidades de las personas como: reparar calles, mejorar el sistema de salud y atención al cliente y muchas cosas mas que nos convierte en un país tercermundista y progresar como un país ya que el poder esta en el pueblo.

    Juan David Fierro Delvasto

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  12. Los ciudadanos de Colombia y en otros países estamos en la obligación de ejercer el voto ya que el país depende de quienes lo gobiernan , y nosotros como ciudadanos con ese derecho tenemos la posibilidad de escoger cual sera el futuro de nuestro país

    La democracia no esta solamente en votar también se ve reflejado en la desigualdad social que hay en la actualidad en nuestro país

    Si miramos la democracia de como era antes a como es ahora tenemos mucha mas libertad de pensamiento , podemos actuar y pensar como nos plazca pero como siempre todo tiene sus consecuencias

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  13. pues teacher la democracia en colombia en gran parte tiene aplicabilidad y por ende nos deja actuar, pensar y decidir con libertad pero esta se ve a su vez afectada por la autocracia que es donde vemos siempre que están en el poder los mismos miembros de la viejas maquinas políticas y por ende siempre se ve beneficiado ciertos sectores como es el gremio empresarial donde por ende un miembro de la política tiene participación en aquello

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  14. JUAN CAMPOS

    Los ciudadanos de Colombia y en otros países estamos en la obligación de ejercer el voto ya que el país depende de quienes lo gobiernan , y nosotros como ciudadanos con ese derecho tenemos la posibilidad de escoger cual sera el futuro de nuestro país

    La democracia no esta solamente en votar también se ve reflejado en la desigualdad social que hay en la actualidad en nuestro país

    Si miramos la democracia de como era antes a como es ahora tenemos mucha mas libertad de pensamiento , podemos actuar y pensar como nos plazca pero como siempre todo tiene sus con

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  15. Personalmente pienso que la democracia e muy importante para una sociedad, sin ella la sociedad seria un caos y todo el régimen político seria una tiranía.
    Hay diferentes clases de democracia y cada país maneja una diferente.
    Las diferentes clases son:
    1. Democracia directa
    2. Liberal
    3. Democristiana
    4. Indirecta o representativa
    5. Parcial
    6. Popular
    Cada una de estas democracias es diferente y dependiendo el país sobre sale una de ellas.
    Concuerdo que las personas deberían votar ya que esta importante decision afectara el país y a todos sus habitantes.

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  16. desde mi punto de vista la democracia colombiana es una basura,por que al momento en que una persona llega al poder se corrompe,por muy buena persona que parezca o con los mejores titulos,la mayoría de ocasiones El dinero los va a obligar a robar el dinero de las personas,igualmente esto también en parte es nuestra culpa,nos dejamos comprar,nos dejamos llevar por la opinión publica y no buscamos mas a fondo,también el miedo y el de perder el voto o que simplemente no les importe.
    Esto también es nuestra culpa como pueblo.

    Y en latinoamerica La democracia es muy dividida,hay grupos de izquierda y derecha donde algunos países se rigen bajo sus propios gobiernos.

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  17. pues acerca de que pienso sobre la participacion democratica es que la participacion del pueblo no es la mejor debido a que muchas personas simplemente no van y ejercen su derecho al voto o si lo ejercen se dejan comprar por un simple mercado o cosas muy minimas y no dan su voto correctamente lo que provocaque cada vez mas se vaya dañando poco a poco el pais por la corrupcion

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  18. la democracia participativa en colombia es muy mala y pobre ya que en donde veamos podemos encontrar corrupción un claro ejemplo es la compra de votos por simples alimentos o 50.000 pesos que lo único que genera es más pobreza y corrupción en el país,aparte creería que deberíamos informarnos más para participar y buscar el mejor candidato,ya que por culpa de la desinformación escogemos lo "PEORCITO".

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  19. La participacion y la democracia es muy importante para la ciudania,ya que es la voz y el voto de la ciudania.
    La cuál deberíamos informarnos mejor para saber cómo funciona y los beneficios que nos pueden ayudar a mejorar nuestro estilo de vida y para nuestro futuro.En la política colombiana los que han votado han escogido a los candidatos menos adecuados para la política y eso pasa por no informarse mejor también algunos que no votan lo cual eso provoca que ganen los más corruptos ya que les dejan el camino libre y por eso terminamos en desgracias.
    Se supone que Colombia tenía varias riquezas pero que pasó dejamos que los candidatos corruptos subian a la presidencia la cuál genera que las riquezas serse las roben o las invertan mal ya que lo único que los corruptos piensan es en gastar pero no saben el beneficio que puede generar para toda la poblcacion.siempre tengamos en cuenta que nosotros somos los que nos hacemos daño a nosotros mismo por nuestras malas decisiones por no querer investigar y coger todo a la ligera.

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  20. nuestro sistema de participación esta diseñado de una manera impecable, mientras no se tenga en cuenta la maldad que puede encontrarse en un ser humano y en esto nos encontramos la mayoría de latino americanos, en el papel y mirándolo de meneara externa se podría concluir que los latino americanos mantenemos en las urnas debido a la cantidad de oportunidades que tienen nuestros dirigentes para tomar nuestra opinión en temas de gran impacto para los países , y si esto en el papel ¡¿por que la realidad esta distanciada?. Bueno esto se da gracias a la el manejo del poder, la personalidad corrupta y falta de empatia con su propio pueblo, esto para un europeo e incluso para un canadiense esto puede sonar raro en incluso falto de realismo, pero para un ciudadano latino americano este contexto casi in humano es natural lo que genera una desconfianza e impotencia insana, reflejada en la aceptación del abuso del poder, la desviacionista de recursos con fines poco honestos y por ultimo el des interés por la participación debido a que la conclusión es que sin importar lo que se haga siempre tendremos el mismo resultado, la falta de honestidad electoral a creado un pueblo afligido el cual sana de una manera muy lenta y lo único que lo cambia es la educación que se le da a cada generación.

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  21. nuestro sistema de participación esta diseñado de una manera impecable, mientras no se tenga en cuenta la maldad que puede encontrarse en un ser humano y en esto nos encontramos la mayoría de latino americanos, en el papel y mirándolo de meneara externa se podría concluir que los latino americanos mantenemos en las urnas debido a la cantidad de oportunidades que tienen nuestros dirigentes para tomar nuestra opinión en temas de gran impacto para los países , y si esto en el papel ¡¿por que la realidad esta distanciada?. Bueno esto se da gracias a la el manejo del poder, la personalidad corrupta y falta de empatia con su propio pueblo, esto para un europeo e incluso para un canadiense esto puede sonar raro en incluso falto de realismo, pero para un ciudadano latino americano este contexto casi in humano es natural lo que genera una desconfianza e impotencia insana, reflejada en la aceptación del abuso del poder, la desviacionista de recursos con fines poco honestos y por ultimo el des interés por la participación debido a que la conclusión es que sin importar lo que se haga siempre tendremos el mismo resultado, la falta de honestidad electoral a creado un pueblo afligido el cual sana de una manera muy lenta y lo único que lo cambia es la educación que se le da a cada generación
    Ian c

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  22. yo creo que la participación de algunos ciudadanos es muy nula, por que cuando muestran el porcentaje total de votantes, se deja ver que la mayoría de personas no van a votar y lo peor es que casi todas las personas que si salen a votar, se dejan comprar de los candidatos mas ventajosos y oportunistas, pero también hay que ver a esas personas que salen a votar por voluntad propia y no votan por los candidatos que mas tamales les regaló o por los candidatos que mas dinero les dio , si no que votan por los que ellos creen que si les va a ayudar a el país, ciudad,etc.

    Att: Rodrigo Calentura

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